Arica, la última ciudad chilena
Arica se la conoce entre los chilenos, como la ciudad de la "eterna primavera", será por su clima de playa tan cálido y agradable. Es la última ciudad de Chile y se la considera la puerta norte al país, limitando con Perú.
Llegamos a esta linda ciudad y lo que más anhelamos en este momento del viaje, es pasar unos días tranquilos de playa. No recorrer demasiado, sino disfrutar de estar juntos, y despedirnos de un país hermoso en donde pudimos hacer buenos amigos. No lo pensamos dos veces y estacionamos la rusita en la playa, bien frente al mar.
El Valle de Azapa
A pocos km de Arica se encuentra este fecundo valle, estamos cerquita así que vamos a conocerlo. Estas tierras son famosas por la producción de guayaba, aceituna, mango, plátano, y además hay inusuales plantaciones de papaya.
Tienen un sistema de acequias que hacen que estas tierras tan áridas hagan surgir vida en la vegetación y los frutos. Los canales de agua corren al lado de las calles y van pasando por todas las plantaciones, conectando todos los campos en un mismo sistema de riego compartido.
Forma de riego: sistema de acequias
Los habitantes de este Valle se dedican principalmente a la plantación de productos vegetales como tomates y aceitunas, famosas a nivel nacional y mundial con el nombre de aceituna de Azapa (de color violeta y sabor amargo). También cuenta con un vivero de plantas subtropicales y túmulos.
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Esta zona se destaca además por su desarrollo arqueológico con más de 10.000 años de historia. Su principal poblado es San Miguel de Azapa, donde se encuentra el Museo Arqueológico y Antropológico del mismo nombre.
Entramos a conocerlo y nos encontramos con preciosos objetos en cerámicas, esculturas, tocados y sombreros.
Entramos a conocerlo y nos encontramos con preciosos objetos en cerámicas, esculturas, tocados y sombreros.
Típica cerámica de la cultura Chinchorro |
Plumas |
Sombreros tejidos de colores vivos |
Tocados de lanas |
Conservación de los huesos y cabellos de un niño y una niña |
Conservación de un adulto: cubren su cuerpo con sogas y raíces. Impresionante el detalle conservado de la mano. |
Nos despedimos de Chile...
De regreso disfrutamos de los increíbles atardeceres en las orillas del Pacífico chileno. Recordamos los primeros días que cruzamos a este país y todo lo hermoso que hemos vivido en este tiempo. Lo más valioso fue conocer a todos los amigos que hicimos y esperamos que con el tiempo se sigan fortaleciendo los lazos de la amistad.
A la mañana siguiente la rusita parte por las últimas tierras chilenas camino a Perú.
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La sombra juega en el desierto a desaparecer....
Carola.
¡¡¡Llegamos a PERÚ!!!
Después de casi dos meses de estadía en Chile decidimos cruzar a Perú. Más precisamente a Tacna. Otra frontera, nuevos sabores, nuevos olores, nuevas palabras que significan lo mismo pero con otras letras, aprender a hablar de vuelta, acostumbrarse a los nuevos precios, tantear cuán caro están los almuerzos y todas esas cuestiones de fronteras y regiones. Acoplarnos a las nuevas costumbres de este nuevo país adoptivo por tres meses.
Tacna es grande y aun no tenemos el mapa de Perú cargado en el GPS. No sabemos para donde encarar. Ni bien vemos un teléfono público estacionamos al lado y pedimos ayuda a una señora que nos ayuda simpáticamente a llamar a Samuel. El “Couchsurfing” que nos va a hospedar en esta ciudad. Finalmente logramos contactar con él y quedamos en vernos en el mismo lugar de la llamada.
Llega a nuestro encuentro él y su amigo.
El habla en un tono exageradamente bajo, al menos para mí oído. Hablamos un buen rato. Parece buena persona pero no le entiendo un carajo. Se sube a la camioneta con nosotros y le pido que me señale por dónde ir. Cada vez que me dice de doblar, me lo anuncia dos metros antes de la esquina.
Llegamos a su casa.
Una hostería un poco castigada por los caprichos del tiempo. Dos baños. Uno tapizado en caca, el otro inundado. Gente yendo y viniendo con grandes bolsas. Es un hotel de paso para la gente que viene del campo a la ciudad a buscar víveres. Uno de los mercados más grandes de la ciudad está a dos cuadras.
Pasamos tres días en Tacna, imprimiendo unos stickers con el logo del viaje, haciendo el seguro de la Rusa y compartiendo unos mates con Samuel que, entre tiempo y tiempo, nos muestra la ciudad. No habla mucho pero se nota que tiene ganas de ayudar. A pesar de eso, Carola pasa los primeros días indignada por el estado de los baños, la cama y la poca comodidad del lugar. Le digo que él no nos llamó, que simplemente nosotros lo ubicamos y que hay que adaptarse, ser flexibles. Le cuesta pero termina entendiendo. En medio de una noche se despierta cagándose de risa del tamaño de la sabana, “¡¡es una servilleta, es una servilleta!!” grita, “juajuajuajuajua” y se ríe, ríe hasta dormirse. La cama es de una plaza y el cuarto esta contorneado por cuatro paredes cubiertas de humedad. Creo que es el cuarto donde mataron a Drácula.
Stickers de Sueño Latinuamericano |
La Catedral de Tacna |
En nuestra última noche, Samuel nos invita a una charla sobre el misticismo inca. Llegamos a un auditorio muy moderno en donde exponen tres personas. Uno de ellos oficia de mediador y tiene como armas la paz y la amistad, otra gorda con una notebook lee unas profecías de no sé quién y el tercero se proclama como el enviado de Viracocha, el dios de los incas.
Lo interesante viene después de la exposición de este tercero que esta disfrazado con un traje y gorro rojo y dijo que habría que matar a Charles Darwin. Todas las personas (unas diez o quince), salvo los borrachos que se colaron y ya están dormidos, empiezan a retrucarle las teorías que había expuesto. Los que cuestionan los ideales del viejo lo hacen con bastantes fundamentos no así el viejito que no sabe para donde disparar más que decir algún versículo de la biblia. Según él, el apocalipsis sucederá en el año 2033 en Arequipa, allí será el juicio final.
Nos fuimos un rato antes de que termine porque el debate daba para largo y nuestras panzas ya crujían.
Nos volvimos a la hostería en esta mototaxi, típicos "taxis" en Perú. |
A la mañana siguiente nos fuimos a Ilo.
Quizás Tacna, la hostería de Samuel, no fue un lugar que derrochara todas las comodidades pero eso no importa, nosotros vinimos en busca de la gente, de la hospitalidad de las personas no en busca de los lujos. Lo importante es que Samuel se brindó desinteresadamente desde el minuto cero sin esperar nada a cambio.
El Arco de Tacna que simboliza la forma de "la bala de combate en la guerra del Pacífico" |
El viaje, el moverse, el ser nómada por un tiempo tiene estas cosas. Un día podes dormir en un departamento con vista al mar con todas las comodidades y al otro día estas metido debajo de una ducha a la que solo le salen cubitos de hielo. El no disponer por un tiempo de ciertas comodidades como un plato de comida casera, una ducha de agua caliente o solamente o una simple hornalla para calentar la pava (que en la mayoría de los lugares no existe) hacen que uno valore todo de otra manera. Cada gesto o ayuda que brinda la gente es especial. Cada persona ofrece más de lo que existe a su alcance y uno es el que se tiene que adaptar, el que tiene que ser flexible y valorar lo que se logra a diario.
Cheché.
Cheché.
El cuarto de dracula!!!! me hicieron reir con el relato! que recuerdos eh, volvi en el tiempo por un ratito! A seguir escribiendo que me gusta!!!!! besos Agus
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